Y esta fue una de las últimas escapadas de barrancos de ocho socios del club a la Sierra de Guara (Huesca).
Guara es lo que tiene… infinidad de opciones y la aventura asegurada.
Sábado: barranco Fornocal escavado en terreno calcáreo, por la mañanita para estrenar la temporada y quitar el polvo al neopreno. Por la tarde barranco Sarratanás que cambió el material del terreno. Los pasos eran de conglomerados y muy estrechos, poca agua y mucho trabajo físico.
Domingo: el barranco Cueva Cabrito, paraje espectacular de conglomerado. Sorprendidos por todos los cadáveres de cabras, cabritos y cabro…que tuvieron que esquivar en las pozas de agua estancada. No recomendable y nada agradable.
Por la tarde barranco Cautiecho, llamado también pasillo de brujas. Descendieron y volaron por un señor rapel de 40 metros de material calcáreo.
Un compañero optó por hacer una ferreta este día, que se libró de librar cadáveres. Se lo olía…
Lunes: ya entrenados y con fuerzas reservadas para descender el mítico y grandioso barranco Mascún. Fue una jornada larga y dura física, y psicológicamente, atravesando sus formaciones calcáreas; pozas, saltos de agua, más la travesía de los oscuros que se quedaron helados literalmente.
Martes: barranco de Formiga, muy acuático, con divertidos toboganes y saltos, agua más calentita y sol.
Así pues, volvieron a casa salvos y sanos (bueno con algún dolorcillo que otro).
Hasta pronto Guara.